Antoni Daimiel: "Hay una gran cantidad de las cosas que yo considero importantes que han ido a peor"
(Este texto corresponde a la sección de Entrevistas, que, como su propio nombre indica, contiene entrevistas; en este caso, a Antoni Daimiel, entre otras muchas cosas, comentarista de la NBA en Movistar+ desde hace casi treinta años y referente absoluto en el periodismo deportivo en castellano)
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WOLCOTT FIELD: ¿Cómo es la vida de un pesimista? ¿Es una vida tan desgraciada y equivocada como la de los optimistas o el pesimismo sirve como parapeto anímico cuando el axioma “Todo mal siempre” termina cumpliéndose en la realidad?
ANTONI DAIMIEL: No creo que sea un pesimista visceral o congénito, que viniera con eso de serie, sino que es lo que he acabado siendo un poco, tampoco excesivamente. Hay varias circunstancias que me han llevado a ello. Hay una gran cantidad de las cosas que yo considero importantes que han ido a peor en las sociedades que yo conozco mejor y en los más de cuarenta años en los que tengo uso de razón. La formación, la educación, los valores, el conocimiento, el sentido social, el planeta, el daño que te hace el sol en la piel… Es decir, se ha mejorado en cosas que tienen que ver con la ciencia, con los avances, con la tecnología sobre todo, pero las relaciones del ser humano yo creo que han empeorado y también las condiciones de vida en términos generales en las sociedades que yo conozco en muchos casos. En otros continentes seguro que habrá sitios en los que se esté mejor, en otros peor y en otros igual, pero yo creo que se ha empeorado. Y hay otra cuestión que lleva al pesimismo y es que cuando éramos niños nos pintaban la vida con colores pastel y luego cuando vas conduciéndote por la vida vas descubriendo muchos grises, muchos oscuros, muchos negros. No te enseñan a relacionarte con las desgracias y en la escala de valores lo material acaba estando muy por encima de lo emocional o lo sentimental. Para esto no te preparan y te tienes tú que transformar de manera poco reflexiva, poco analítica, muy rápido y luego pasa lo que pasa.
Foto: Diario As
WOLCOTT FIELD: Y, encima, otro pesimista más que, como marca la tradición, es aficionado del Atlético de Madrid. ¿No cree que Simeone ya lleva el tiempo suficiente de entrenador para convertir a todos los aficionados atléticos en optimistas?
ANTONI DAIMIEL: Esta etapa Simeone del Atlético de Madrid en cuanto a resultados es la mejor y debería haber sido la mejor en cuanto a haber hecho sentir bien a la afición. Yo creo que la afición ha disfrutado bastante, pero es verdad que hay una pequeña pose en la afición de disfrute en el pesimismo, en no ser un equipo grande. Yo no me formé ni me crié en esa idea cuando me hice del Atlético de Madrid con tres o cuatro años. Yo me hice de un equipo que consideraba grande y me siento un atlético pleno mientras está luchando y ganando títulos. No soy de los que van reivindicando lo del equipo del pueblo. No vivimos épocas en las que los equipos principales en las competiciones son equipos del pueblo. No hace falta. El Atlético de Madrid es un equipo de la élite del fútbol mundial y yo, que lo considero grande, estoy muy contento en estos últimos años de que lo sea.
WOLCOTT FIELD: Hablando de nuevo de la vida y el optimismo, el grandérrimo Andrés Montes, su amigo y pareja de retransmisiones de la NBA durante una década, solía repetir una y otra vez aquello de que “la vida puede ser maravillosa”. Muchas veces dice de él que era diferente, “un genio inconsciente de su genialidad”, y que usted tenía que estar preparado para cualquier cosa en cualquier momento. ¿Cómo ve, ahora en perspectiva, después de tantos años, la pareja que formaron Andrés Montes y usted? ¿Cree que su gran mérito fue saber transmitir a la audiencia la alegría, la felicidad, que el deporte incluye en su esencia? ¿Cree que lo que les ha convertido a Andrés Montes y a usted en eternos, en comunicadores que han trascendido a su deporte y a su tiempo, es esa naturalidad que emanaban en sus retransmisiones para que el espectador pudiera disfrutar con lo que estaba viendo, con el partido en sí?
ANTONI DAIMIEL: En esos diez años y pico que estuve con Montes, de todo lo que me preguntas, desde luego me quedo con la naturalidad. Sí que era algo que era una pretensión para los dos en ese momento. No teníamos una vigilancia cercana, ni nadie que nos dijera “Esto no, esto sí”, por lo tanto priorizamos esa naturalidad. Él, que tenía más experiencia, llegaba con una idea de entretener y de hacer algo diferente y yo creo que él, no sé si muy al principio pero enseguida, detectó, porque él era muy bueno en eso, muy rápido, que la mezcla de lo que él proponía con lo que yo, desde mi perfil de periodista joven, desconocido, que no había sido ni jugador ni entrenador, todo lo que yo podía proponer desde ese perfil, pues le mezclaba bien con lo que él hacía. Y resultó. Es verdad que había puntos de entretenimiento, pero era una conclusión a la que llegamos por ser un producto nocturno y muy largo en una temporada muy larga. No éramos fuera del micrófono gente que fuéramos vendiendo o publicitando la alegría sobre todas las cosas. Había muchos contrastes en el mensaje que dábamos, pero el producto resultó. Sin mucha pretensión nuestra, con mucha improvisación, resultó y fueron diez años magníficos.
WOLCOTT FIELD: De sus 31ª temporadas en Movistar+ acumula 26 de ellas como comentarista de NBA. ¿Cómo ha cambiado la competición a lo largo de todo este tiempo? ¿Cree que la NBA es una de las competiciones que mejor se ha sabido adaptar a la forma de consumo actual cambiando las reglas para jugar más rápido y a más puntos, mientras los equipos empezaban a hacer prevalecer los lanzamientos de tres puntos?
ANTONI DAIMIEL: Ha cambiado muchísimo. En estos 26 años y pico que llevo como comentarista he visto tipos de baloncesto diferentes, aspectos del juego que dominan y que van sucediéndose y, sí, la NBA ha tenido desde luego una motivación que tenía que ver con el negocio y con la expansión. En ese sentido, lo ha hecho muy bien, incluso cambiando reglas del juego. Ha priorizado los puntos, la anotación, la protección a los jugadores anotadores. Yo creo que eso tampoco ha sido predominante en otras evoluciones del juego. Que no haya jugadores grandes dominantes no tiene que ver tanto con las pretensiones de la NBA, sino que es una evolución del juego de la NBA. Lo del tiro de tres puntos también es una evolución del juego y de los analistas del baloncesto que llegan a la conclusión de que se anota más, mejor y más rápido tirando más de tres una vez que se alcanzan los porcentajes de acierto que se han alcanzado en los últimos años.
Foto: Cadena Ser
WOLCOTT FIELD: Por otro lado, en cuanto al modelo de negocio, que es algo en lo que las competiciones estadounidenses superan ampliamente a las competiciones europeas, ¿tiene también la sensación de que la NBA es una de las competiciones que mejor se ha sabido adaptar a la época actual concediendo la primacía de la impronta social a su mensaje y cediendo el protagonismo a sus jugadores, los verdaderos dominadores del deporte actual como modelo de negocio, o cree que esta era de highlights en Youtube terminará siendo contraproducente para el futuro más cercano de la NBA?
ANTONI DAIMIEL: El protagonismo de los jugadores de la NBA desde que David Stern a principios de los ochenta empezó a dirigir intelectualmente la liga ha sido principal y ha sido muy bueno para expandir, para exportar esta competición. Efectivamente, los jugadores son los protagonistas en el juego y tienen su importancia a la hora de desarrollar y gestionar la liga. Tienen una opinión y creo que pasa por el mejor momento de la historia la relación entre lo que es la competición, la liga, la empresa, y los jugadores. En cuanto a los highlights, la NBA ya decidió, no sé si más concienzuda o improvisadamente, que la NBA se exportaba con mejores jugadas, con highlights. Yo recuerdo en el año 1995 en el NBA en acción que gran parte del programa se basaba en eso, mucho antes de que aparecieran las redes sociales o YouTube. Luego, la NBA ha sido un producto espectacular a la hora de coordinarse con estos nuevos modelos de comunicación y saben que está cambiando el modelo. Contraproducente no es porque la NBA tiene un gran consumo ahora mismo gracias sobre todo a eso. Lo que tienen que ver es cómo acercar los ingresos del negocio de los highlights, de las noticias, de las imágenes cortas, que ese negocio se inclemente para poder ir sustituyendo a lo que eran negocios que se pueden ir perdiendo. Ahora la NBA está ante el gran dilema de qué va a pasar con su próximo contrato televisivo en Estados Unidos debido a que la televisión tal y como la conocemos, en formato tradicional, va perdiendo seguimiento y audiencia. La NBA ya lleva un camino recorrido largo e importante con el League Pass y ese seguramente será el negocio que tiene que seguir desarrollando. Pero, tal y como está el mundo y después de la pandemia más, la NBA es de las competiciones a nivel mundial que todavía mejor salud muestra.
WOLCOTT FIELD: Sin embargo, en una vertiente deportiva, el poder de los jugadores sí que tal vez esté siendo últimamente contraproducente para el aspecto competitivo. Bajo mi punto de vista, ser un equipo que pertenece a la clase media de la NBA es lo peor que te puede pasar en el deporte estadounidense porque es muy difícil poder salir de ahí en un plazo relativamente corto, de una temporada a otra, a través del draft o de la agencia libre. Salvo, evidentemente, que las grandes estrellas decidan unirse y cambiar por completo esa sensación, haciendo que unos Lakers de seis años consecutivos sin alcanzar los playoffs se conviertan de la noche a la mañana en campeones de la NBA porque tienen a LeBron James y Anthony Davis o que los Nets pasen de un día a otro a ser los grandes favoritos para alzarse con el título porque Kyrie Irving, Kevin Durant y James Harden han decidido jugar juntos. ¿Cuál es su opinión al respecto de la tendencia de los Superequipos que se está imponiendo en los últimos años? ¿Cree, como le he dicho, que merma la competitividad de la NBA y, de tal modo, su prestigio y autenticidad? O por el contrario ¿considera que la creación de Superequipos por deseo de determinados jugadores estrellas, la creación de esa narrativa de héroes y villanos, de equipos amados y odiados, de rivales a batir por todos, es lo que convierte a la NBA en una competición todavía más atractiva?
ANTONI DAIMIEL: Es un asunto muy interesante lo de los Big Three o cómo se construyen los equipos dominantes en la NBA, si hay una tendencia más marcada en los últimos años. No me gusta ser muy tradicionalista en la mayor parte de los casos en lo que se refiere a mi trabajo, al baloncesto, a la NBA, pero en este caso sí lo soy. Creo bastante en lo que es la esencia tradicional de la NBA de construcción a través del draft, de la tendencia a la igualdad, de límite salarial, y pese a que han hecho mucho ruido estas concentraciones de estrellas en los últimos tiempos, creo que, en realidad, en la práctica no ha sido tan marcado ese efecto tan dominante. Y me explico. Milwaukee Bucks, el último campeón, es un equipo en el que su máxima estrella es un jugador drafteado y al que incluso le ha costado convencer al jugador para que siguiera allí, para que renovara. Ellos captaron a un jugador que apenas tenía bagaje en la NBA como Middleton. Y luego fichan a Jrue Holiday, que tampoco es considerado una gran estrella. Por lo tanto, no creo que sea un ejemplo de esto. Los Lakers lo son, pero es que los Lakers han respondido en toda su historia al prototipo de franquicia que ha buscado fichajes de estrellas, un poco en correspondencia a la idiosincrasia de la ciudad, de Hollywood, y de lo que era su propietario, el doctor Buss. Se hicieron con Jabbar, con O’Neal, con Chamberlain, han ido fichando grandes estrellas y fueron a por LeBron, insisto, en consonancia con la historia de la franquicia. Los Warriors, que hicieron mucho ruido cuando captan a Kevin Durant, ya habían sido campeones sin Durant y, además, habían jugado dos finales y habían ganado un título sin Durant con una fórmula absolutamente fiel a lo que es la construcción a través del draft, con Draymond Green, con Curry y con Klay Thompson. Es curioso porque en los Cavaliers de 2016, aunque se había ido pero luego volvió, LeBron es un draft de ellos y Kyrie Irving y Tristan Thompson también. Dos años después ya era un equipo más cambiado, más buscando esos tiradores alrededor de LeBron. San Antonio era un equipo producto del draft. Miami, por supuesto, era todo lo contrario, fue un gran ejemplo de la búsqueda del Big Three. Mirando más para atrás, incluso a Kobe, que llegó en aquel traspaso del draft a los Lakers con Derek Fisher siempre presente, esos Lakers eran un equipo bastante fiel a la tradición, traspasaron por Pau Gasol, pero se hicieron con Bynum en el draft. En la práctica, no ha sido una tendencia tan marcada, tan preocupante como para decir “Vamos a cortar esto”. Vamos a ver lo que pasa en los próximos años.
(Continuará…)
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Suelo escribir siempre con música, así que he decidido que voy a poner alguna de las canciones que ha sonado mientras estaba escribiendo el texto. Como, por ejemplo, ésta: