Copa Wolcott Field: Maracanazo en inferioridad numérica, en penales y con más de 200.000 aficionados en contra
Si tuviéramos que definir el fútbol en pocas palabras elegiríamos, lo más seguro, el término emoción. Y la emoción se define, básicamente, por lo que sucedió en la vuelta de la eliminatoria entre el equipo de la década de 1980 y el equipo de la década de 1950 en la primera serie de cuartos de final de la Copa Wolcott Field (según la Inteligencia Artificial).
Os lo cuento a continuación.
IDA (3-1)
1980: Jean-Marie Pfaff; Giuseppe Bergomi, Gaetano Scirea, Franco Baresi, Antonio Cabrini; Frank Rijkaard (Bernd Schuster, minuto 60), Ruud Gullit, Michel Platini, Sócrates; Diego Maradona y Marco Van Basten.
Entrenador: Arrigo Sacchi.
1950: Vladimir Beara; Djalma Santos, Billy Wright, José Santamaría, Nilton Santos; József Bozsik (Raymond Kopa, minuto 75), Didí, Stanley Matthews, Paco Gento; Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás.
Entrenador: Helenio Herrera.
Goles: 1-0 minuto 25: Maradona. 1-1 minuto 35: Puskás. 2-1 minuto 55: Van Basten. 3-1 minuto 70: Van Basten.
Árbitro: Pierluigi Collina (Italia). Únicamente mostró una tarjeta amarilla, al local Bergomi en el minuto 40 por una falta táctica, en una actuación imparcial y profesional. A lo largo del encuentro, mostró su autoridad y firmeza, su capacidad para mantener el orden y su comunicación efectiva con los jugadores, lo que ayudó al desarrollo fluido del juego.
Estadio: La Bombonera, en Buenos Aires (Argentina). Lleno absoluto con 57.000 espectadores en una tarde de mayo fresca, húmeda y con nubes en el cielo, pero en la que no hubo precipitaciones.
Jugador del partido: Diego Maradona (no quiero contradecir a la Inteligencia Artificial, pero, con el doblete de Van Basten, me extrañó su elección como mejor jugador del partido, así que pregunté la razón por la que había elegido a Maradona: «Es una figura icónica en el mundo del fútbol y ha dejado una marca significativa en el partido con su habilidad técnica, su capacidad para desequilibrar en el campo y su impacto en el juego». Vale, me convence, aunque yo habría apostado por la «contribución crucial» de Van Basten gracias a «su capacidad para convertir goles en momentos clave»).
Crónica: Contagiados por la emoción en estado puro de los aficionados y los cánticos de La Bombonera, los cuartos de final de la Copa Wolcott Field se abrieron con un partido de ritmo frenético y gran nivel futbolístico.
Desde el inicio, ambos conjuntos presionaron en primera línea a su rival y buscaron hacerse con el control del esférico, si bien fueron los pupilos de Helenio Herrera los que más cerca estuvieron de abrir el marcador, alrededor del minuto quince, tras una combinación entre Paco Gento y Alfredo Di Stéfano en la que el testarazo de la Saeta Rubia hizo volar a un felino Jean-Marie Pfaff.
Sin embargo, la búsqueda colectiva del gol del conjunto de la década de 1950 se encontró, ya en el minuto 25, con la realidad de la brillantez individual, en este caso la de Diego Armando Maradona, quien superó a Beara para anotar el 1-0 tras una excelsa jugada individual, como si fuera un barrilete cósmico, en la que fue regateando defensores antes de alojar el esférico en la esquina inferior derecha de la portería con un impecable lanzamiento.
En cualquier caso, el conjunto visitante reaccionó con prontitud y, apenas diez minutos después, equilibró de nuevo el choque en un nuevo centro preciso al área, esta vez de Didí, en el que Puskás sí que logró batir a Pfaff con un potente cabezazo. Pum, pum, cañoncito, pum.
Tras la reanudación, el equipo de Arrigo Sacchi, espoleado por sus aficionados en las gradas de La Bombonera, tomó el control absoluto de juego y la efectividad acrobática dentro del área de Marco Van Basten, autor de dos goles con sendos remates inapelables en los minutos 55 y 70, le concedió una ligera ventaja pese al último arreón de los visitantes, que se toparon con la firmeza de la defensa local en una eliminatoria que, en cualquier caso, quedó todavía por decidirse en Maracaná delante de más de 200.000 espectadores.
Foto: Marco Van Basten celebra su doblete en su debut en la Copa Wolcott Field.
VUELTA (3-1; tanda de penalties: 4-5)
1950: Vladimir Beara; Djalma Santos, John Charles, José Santamaría, Nilton Santos; Juan Alberto Schiaffino (Fritz Walter, minuto 110), Didí, Just Fontaine (Raymond Kopa, minuto 100), Paco Gento; Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás.
Entrenador: Helenio Herrera.
1980: Jean-Marie Pfaff; Giuseppe Bergomi (Ronald Koeman, minuto 115), Gaetano Scirea, Franco Baresi, Antonio Cabrini; Frank Rijkaard, Ruud Gullit, Michel Platini (Paolo Rossi, minuto 105), Sócrates; Diego Maradona y Marco Van Basten.
Entrenador: Arrigo Sacchi.
Goles: 0-1 minuto 20: Gullit. 1-1 minuto 35: Gento. 2-1 minuto 50: Di Stéfano. 3-1 minuto 75: Di Stéfano.
Tanda de penalties: 0-0: Di Stéfano, fallo. 0-1: Rossi, gol. 1-1: Puskás, gol. 1-2: Maradona, gol. 2-2: Walter, gol. 2-3: Van Basten, gol. 3-3: Kopa, gol. 3-4 Rijkaard, gol. 4-4: Gento, gol. 4-5: Sócrates, gol.
Árbitro: Mateu Lahoz (España). Tuvo una actuación enérgica y sólida, sin incidencia en el resultado final. Amonestó con cartulina amarilla a los locales Djalma Santos (minuto 65) y Fontaine (minuto 75) y a los visitantes Bergomi (minuto 40) y Scirea (minuto 55). Además, el visitante Ruud Gullit vio la tarjeta roja directa en el minuto 85 por derribar por detrás de manera peligrosa a Juan Alberto Schiaffino.
Estadio: Maracaná, en Río de Janeiro (Brasil). Alrededor de 210.000 personas llenaron sus gradas en una agradable tarde de mayo pese a su 88% de humedad.
Jugador del partido: Jean-Marie Pfaff (aquí no hay nada que contradecir a la Inteligencia Artificial).
Crónica: En el minuto 20 del encuentro de vuelta de la eliminatoria de cuartos de final entre la década de 1950 y la década de 1980, cuando Gullit aprovechó un mal despeje de la zaga local para superar a Beara con una volea desde fuera del área y poner el 0-1 en el marcador (1-4 en el cómputo global), nadie se imaginaba que el partido todavía tenía que regalar a los espectadores grandes dosis de suspense y emoción, de éxtasis y desánimo, prórroga extenuante y tanda de penalties incluidas.
Sin embargo, Paco Gento, con un disparo cruzado al segundo palo en el minuto 35, y Di Stéfano, con un doblete en la segunda mitad, igualaron la eliminatoria para un equipo de la década de 1950 que buscó soluciones desde el inicio (Helenio Herrera apostó por Schiaffino y Fontaine en lugar de Bozsik y Matthews y aprovechó la condición de defensa-delantero de John Charles para generar profundidad desde la zaga en detrimento de Wright) y que tuvo el pase a semifinales realmente cerca tras la expulsión del visitante Gullit, ya en el minuto 85, después de una peligrosísima entrada por detrás al citado Schiaffino en un balón dividido en la medular (el uruguayo, renqueante, tuvo que ser sustituido minutos después por Fritz Walter).
De hecho, el tiempo extra fue un ejercicio continuo de supervivencia y de resistencia por parte del conjunto de la década de 1980, que, en inferioridad y liderado por su guardameta Pfaff, abortó todas y cada una de las aproximaciones locales hasta llevar el partido a la tanda de penalties.
Y ya en los penalties, los lanzadores superaron con claridad a los guardametas salvo en el primero de todos ellos. En esa ocasión, la estrella local, Alfredo Di Stéfano, dirigió con potencia su lanzamiento, un buen lanzamiento, hacia la esquina inferior izquierda de la portería, donde, con una espectacular estirada, apareció Jean-Marie Pfaff para desviar el esférico y permitir a su compañero Sócrates, en el décimo y definitivo lanzamiento, superar a Beara con un chut que rozó el travesaño y terminó colándose en la portería por la esquina superior derecha para llevar a su equipo hasta las semifinales.
Un clímax insuperable para una trepidante e inolvidable eliminatoria: maracanazo en inferioridad numérica, en la tanda de penalties… y con 210.000 aficionados en contra.
Clasificado para semifinales: equipo de la década de 1980.
Eliminado: equipo de la década de 1950.
¡Pronto estará en marcha la segunda eliminatoria de la Copa Wolcott Field (según la Inteligencia Artificial) entre el equipo de la década de 2010 y el equipo de la década de 1960, la serie más atrayente y esperada de estos cuartos de final!