A nivel de deportes, el concepto de Juegos Olímpicos que hemos conocido la mayoría de nosotros en las últimas décadas, en realidad, es casi el mismo desde la primera edición de las Olimpiadas en la era Moderna. En Atenas 1896, el atletismo y la natación, los dos deportes que vertebran los Juegos Olímpicos y que han estado presentes en todas las ediciones, ya se disputaron junto con la esgrima y la gimnasia artística, los otros dos deportes que también han aparecido en las 29 Olimpiadas de verano celebradas. Asimismo, en el debut ateniense también se celebraron competiciones de ciclismo de carretera, presente en todas las ediciones salvo desde París 1900 a Londres 1908; ciclismo de pista, ausente únicamente en Estocolmo 1912; tiro, que solamente ha faltado en San Luis 1904 y Ámsterdam 1928; lucha, con la única salvedad de París 1900; halterofilia, que no fue olímpico en París 1900, Londres 1908 y Estocolmo 1912; y tenis, que salió del programa en Ámsterdam 1928 y no regresó hasta Seúl 1988.
Con prácticamente la citada decena de deportes establecidos, salvo en contadas ocasiones, desde Atenas 1896, las siguientes ediciones de los Juegos Olímpicos continuaron fijando el calendario competitivo que tan bien conocemos desde hace años. Por ejemplo, en París 1900 aparecieron por primera vez el piragüismo, el fútbol (únicamente no se disputó en Los Ángeles 1932), la vela (solamente una ausencia: San Luis 1904), el waterpolo (no tuvo presencia en Londres 1908) y el salto hípico (no estuvo en San Luis 1904 y en Londres 1908). Mientras, los saltos y el boxeo (sin disputarse en Estocolmo 1912) están presentes desde San Luis 1904; el hockey hierba (que no se celebró en Estocolmo 1912 y París 1924) desde Londres 1908 y el pentatlón moderno, la doma y el concurso completo de hípica desde Estocolmo 1912.
En total, todos ellos suman alrededor de una veintena de deportes que, más de un siglo después, son sinónimo de Juegos Olímpicos y que, junto con también otros deportes de equipo con larga tradición olímpica (por ejemplo, el baloncesto aparece desde Berlín 1936 y el voleibol desde Tokio 1964), forman la amplia mayoría de deportes en el programa olímpico de las décadas más recientes.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos están inmersos en la actualidad en plena renovación con un único objetivo: modernizarse para atraer a los aficionados más jóvenes. De tal modo, en Tokio 2020 hemos podido ver por primera vez deportes como el surf, la escalada, el skateboard, el baloncesto 3x3, el BMX freestyle (el BMX en modalidad carrera se inició en Pekín 2008) y el kárate, que, por cierto, no se disputará en París 2024, unas Olimpiadas en las que, por el contrario, debutará el breakdance.
—————
Traigo a este texto la anécdota de la brevedad del kárate dentro del programa olímpico porque, en efecto, que un deporte entre en el programa de los Juegos Olímpicos puede costarle muchos años.
La historia de los deportes de exhibición es un buen ejemplo de ello. Incluidos oficialmente en las Olimpiadas en Estocolmo 1912 (aunque se disputaron desde anteriores ediciones) y eliminados por el Comité Olímpico Internacional definitivamente tras Barcelona 1992, los deportes de exhibición repartían medallas, pero esas medallas no contaban en el medallero de cada país. La lista de deportes de exhibición en las Olimpiadas a lo largo de la era Moderna es realmente amplia, pero no así la relación de deportes de exhibición que consiguieron pasar a ser deportes olímpicos de pleno derecho: poco menos de dos decenas de ellos lo lograron, entre ellos, el baloncesto (en Berlín 1936), el voleibol (en Tokio 1964), el bádminton (en Barcelona 1992), el béisbol (también en Barcelona 1992) o el taekwondo (en Atlanta 1996).
Y la primera vez que el baloncesto fue deporte de exhibición sucedió en San Luis 1904, veintidós años antes de su inclusión.
Y el voleibol en París 1924, treinta años antes de su inclusión.
Y el bádminton en Múnich 1972, veinte años antes de su inclusión.
Y el béisbol también en San Luis 1904, 88 años antes de su inclusión.
Y el taekwondo en Seúl 1988, ocho años antes de su inclusión.
Por cierto, el béisbol tardó 88 años en entrar y, cuando lo consiguió, solamente permaneció cinco ediciones en el programa antes de desaparecer en Londres 2012 y Río 2016 para regresar de nuevo, dada la gran afición que existe a este deporte en Japón, en Tokio 2020… antes de salir de nuevo de las Olimpiadas en París 2024 para regresar, presumiblemente, en Los Ángeles 2028.
—————
Desde el fútbol australiano de Melbourne 1956 al hockey sobre patines de Barcelona 1992, pasando por la pelota vasca de París 1924 o el fútbol americano, el fútbol gaélico y el hurling de San Luis 1904, aquí va una breve lista de deportes de exhibición infrecuentes que cualquier aficionado a los Juegos Olímpicos debería, al menos, conocer:
- Polo en bicicleta, en Londres 1908: básicamente, un deporte como el polo, pero, obviamente, sobre bicicletas, que contaba con un campo de césped de alrededor de 150 metros por 100 metros y partidos de cuatro cuartos en los que se enfrentaban seis contra seis jugadores. Tuvo una gran aceptación en Gran Bretaña en la década de los años treinta del siglo pasado, cuando contó con más de un centenar de clubes, alrededor de 170 equipos y más de 1.000 jugadores federados. Inventado por el irlandés Richard Mecredy en 1891, la propia Irlanda venció a Alemania por 1-0 en las olimpiadas londinenses.
- Korfbal, en Amberes 1920 y Ámsterdam 1928: inventado a principios del siglo veinte por el maestro de escuela holandés Nic Broekhuysen, es un deporte sin contacto en el que prima el conjunto sobre el individuo. Sobre una cancha de 40 metros por 20 metros, equipos formados por cuatro mujeres y cuatro hombres tienen prohibido correr, driblar y, además, tirar a canasta (suspendida sobre un poste a 3,5 metros) si un jugador defensivo se ha colocado delante de ellos (de su mismo sexo, ya que en el korfbal está prohibido defender a un jugador de tu sexo opuesto).
- Vuelo sin motor, en Berlín 1936: el 4 de agosto de 1936 en el aeródromo de Staaken, al lado de la capital alemana, más de una docena de pilotos de siete países diferentes participaron en este deporte de exhibición, justo un día después de que, durante los entrenamientos, el piloto austríaco Ignaz Stiefsohn falleciera al estrellarse su planeador. Después de esta exhibición, el Comité Olímpico Internacional aprobó que el vuelo sin motor se convirtiera en deporte olímpico oficial para las Olimpiadas de Tokio 1940… pero la II Guerra Mundial lo impidió.
—————
En cualquier caso, si queremos hablar de deportes de exhibición exóticos tenemos que detenernos en París 1900, aquella edición en la que participaron mujeres por primera vez y que el Barón de Coubertin llevó a su ciudad natal pese a que, tras el éxito de Atenas 1896, una corriente mayoritaria de opinión mantuviera que las Olimpiadas deberían de celebrarse siempre en la capital ateniense. “Muchos atletas murieron sin saber nunca que habían participado en los Juegos Olímpicos”, escribió tiempo después sobre ellas el historiador olímpico David Wallechinsky. Y no le falta razón: celebradas el mismo año que la Exposición Internacional de París, la segunda edición de los Juegos Olímpicos de la era Moderna comenzó el 14 de mayo y se extendió hasta el 28 de octubre, más de cinco meses después.
Por su parte, la lista de deportes de exhibición fue tan extensa como los meses de competición: entre otros, disparos de cañón, globos aerostáticos, carreras de palomas, lucha contra incendios, vuelo de cometas o salvamento. Y, sobre todo, los eventos de tiro al pichón vivo: a los competidores, después de haber pagado por participar, les soltaron más de 300 palomas de una jaula a las que podían disparar todas las veces que quisieran hasta que fallaban dos tiros delante de decenas de espectadores a los que les caían la sangre y las plumas de las aves.
“Es un milagro que el movimiento olímpico haya sobrevivido a estos Juegos", dijo más tarde el Barón de Coubertin sobre París 1900.
En la actualidad, más de un siglo después, el milagro sería, precisamente, que los Juegos Olímpicos no sobrevivieran.
Comparte este post
Modernizarse
Comparte este post
A nivel de deportes, el concepto de Juegos Olímpicos que hemos conocido la mayoría de nosotros en las últimas décadas, en realidad, es casi el mismo desde la primera edición de las Olimpiadas en la era Moderna. En Atenas 1896, el atletismo y la natación, los dos deportes que vertebran los Juegos Olímpicos y que han estado presentes en todas las ediciones, ya se disputaron junto con la esgrima y la gimnasia artística, los otros dos deportes que también han aparecido en las 29 Olimpiadas de verano celebradas. Asimismo, en el debut ateniense también se celebraron competiciones de ciclismo de carretera, presente en todas las ediciones salvo desde París 1900 a Londres 1908; ciclismo de pista, ausente únicamente en Estocolmo 1912; tiro, que solamente ha faltado en San Luis 1904 y Ámsterdam 1928; lucha, con la única salvedad de París 1900; halterofilia, que no fue olímpico en París 1900, Londres 1908 y Estocolmo 1912; y tenis, que salió del programa en Ámsterdam 1928 y no regresó hasta Seúl 1988.
Con prácticamente la citada decena de deportes establecidos, salvo en contadas ocasiones, desde Atenas 1896, las siguientes ediciones de los Juegos Olímpicos continuaron fijando el calendario competitivo que tan bien conocemos desde hace años. Por ejemplo, en París 1900 aparecieron por primera vez el piragüismo, el fútbol (únicamente no se disputó en Los Ángeles 1932), la vela (solamente una ausencia: San Luis 1904), el waterpolo (no tuvo presencia en Londres 1908) y el salto hípico (no estuvo en San Luis 1904 y en Londres 1908). Mientras, los saltos y el boxeo (sin disputarse en Estocolmo 1912) están presentes desde San Luis 1904; el hockey hierba (que no se celebró en Estocolmo 1912 y París 1924) desde Londres 1908 y el pentatlón moderno, la doma y el concurso completo de hípica desde Estocolmo 1912.
En total, todos ellos suman alrededor de una veintena de deportes que, más de un siglo después, son sinónimo de Juegos Olímpicos y que, junto con también otros deportes de equipo con larga tradición olímpica (por ejemplo, el baloncesto aparece desde Berlín 1936 y el voleibol desde Tokio 1964), forman la amplia mayoría de deportes en el programa olímpico de las décadas más recientes.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos están inmersos en la actualidad en plena renovación con un único objetivo: modernizarse para atraer a los aficionados más jóvenes. De tal modo, en Tokio 2020 hemos podido ver por primera vez deportes como el surf, la escalada, el skateboard, el baloncesto 3x3, el BMX freestyle (el BMX en modalidad carrera se inició en Pekín 2008) y el kárate, que, por cierto, no se disputará en París 2024, unas Olimpiadas en las que, por el contrario, debutará el breakdance.
—————
Traigo a este texto la anécdota de la brevedad del kárate dentro del programa olímpico porque, en efecto, que un deporte entre en el programa de los Juegos Olímpicos puede costarle muchos años.
La historia de los deportes de exhibición es un buen ejemplo de ello. Incluidos oficialmente en las Olimpiadas en Estocolmo 1912 (aunque se disputaron desde anteriores ediciones) y eliminados por el Comité Olímpico Internacional definitivamente tras Barcelona 1992, los deportes de exhibición repartían medallas, pero esas medallas no contaban en el medallero de cada país. La lista de deportes de exhibición en las Olimpiadas a lo largo de la era Moderna es realmente amplia, pero no así la relación de deportes de exhibición que consiguieron pasar a ser deportes olímpicos de pleno derecho: poco menos de dos decenas de ellos lo lograron, entre ellos, el baloncesto (en Berlín 1936), el voleibol (en Tokio 1964), el bádminton (en Barcelona 1992), el béisbol (también en Barcelona 1992) o el taekwondo (en Atlanta 1996).
Y la primera vez que el baloncesto fue deporte de exhibición sucedió en San Luis 1904, veintidós años antes de su inclusión.
Y el voleibol en París 1924, treinta años antes de su inclusión.
Y el bádminton en Múnich 1972, veinte años antes de su inclusión.
Y el béisbol también en San Luis 1904, 88 años antes de su inclusión.
Y el taekwondo en Seúl 1988, ocho años antes de su inclusión.
Por cierto, el béisbol tardó 88 años en entrar y, cuando lo consiguió, solamente permaneció cinco ediciones en el programa antes de desaparecer en Londres 2012 y Río 2016 para regresar de nuevo, dada la gran afición que existe a este deporte en Japón, en Tokio 2020… antes de salir de nuevo de las Olimpiadas en París 2024 para regresar, presumiblemente, en Los Ángeles 2028.
—————
Desde el fútbol australiano de Melbourne 1956 al hockey sobre patines de Barcelona 1992, pasando por la pelota vasca de París 1924 o el fútbol americano, el fútbol gaélico y el hurling de San Luis 1904, aquí va una breve lista de deportes de exhibición infrecuentes que cualquier aficionado a los Juegos Olímpicos debería, al menos, conocer:
- Polo en bicicleta, en Londres 1908: básicamente, un deporte como el polo, pero, obviamente, sobre bicicletas, que contaba con un campo de césped de alrededor de 150 metros por 100 metros y partidos de cuatro cuartos en los que se enfrentaban seis contra seis jugadores. Tuvo una gran aceptación en Gran Bretaña en la década de los años treinta del siglo pasado, cuando contó con más de un centenar de clubes, alrededor de 170 equipos y más de 1.000 jugadores federados. Inventado por el irlandés Richard Mecredy en 1891, la propia Irlanda venció a Alemania por 1-0 en las olimpiadas londinenses.
- Korfbal, en Amberes 1920 y Ámsterdam 1928: inventado a principios del siglo veinte por el maestro de escuela holandés Nic Broekhuysen, es un deporte sin contacto en el que prima el conjunto sobre el individuo. Sobre una cancha de 40 metros por 20 metros, equipos formados por cuatro mujeres y cuatro hombres tienen prohibido correr, driblar y, además, tirar a canasta (suspendida sobre un poste a 3,5 metros) si un jugador defensivo se ha colocado delante de ellos (de su mismo sexo, ya que en el korfbal está prohibido defender a un jugador de tu sexo opuesto).
- Vuelo sin motor, en Berlín 1936: el 4 de agosto de 1936 en el aeródromo de Staaken, al lado de la capital alemana, más de una docena de pilotos de siete países diferentes participaron en este deporte de exhibición, justo un día después de que, durante los entrenamientos, el piloto austríaco Ignaz Stiefsohn falleciera al estrellarse su planeador. Después de esta exhibición, el Comité Olímpico Internacional aprobó que el vuelo sin motor se convirtiera en deporte olímpico oficial para las Olimpiadas de Tokio 1940… pero la II Guerra Mundial lo impidió.
—————
En cualquier caso, si queremos hablar de deportes de exhibición exóticos tenemos que detenernos en París 1900, aquella edición en la que participaron mujeres por primera vez y que el Barón de Coubertin llevó a su ciudad natal pese a que, tras el éxito de Atenas 1896, una corriente mayoritaria de opinión mantuviera que las Olimpiadas deberían de celebrarse siempre en la capital ateniense. “Muchos atletas murieron sin saber nunca que habían participado en los Juegos Olímpicos”, escribió tiempo después sobre ellas el historiador olímpico David Wallechinsky. Y no le falta razón: celebradas el mismo año que la Exposición Internacional de París, la segunda edición de los Juegos Olímpicos de la era Moderna comenzó el 14 de mayo y se extendió hasta el 28 de octubre, más de cinco meses después.
Por su parte, la lista de deportes de exhibición fue tan extensa como los meses de competición: entre otros, disparos de cañón, globos aerostáticos, carreras de palomas, lucha contra incendios, vuelo de cometas o salvamento. Y, sobre todo, los eventos de tiro al pichón vivo: a los competidores, después de haber pagado por participar, les soltaron más de 300 palomas de una jaula a las que podían disparar todas las veces que quisieran hasta que fallaban dos tiros delante de decenas de espectadores a los que les caían la sangre y las plumas de las aves.
“Es un milagro que el movimiento olímpico haya sobrevivido a estos Juegos", dijo más tarde el Barón de Coubertin sobre París 1900.
En la actualidad, más de un siglo después, el milagro sería, precisamente, que los Juegos Olímpicos no sobrevivieran.