Copa Wolcott Field: ¡la eliminatoria del siglo se resuelve en el último minuto de la prórroga!
Una eliminatoria decidida en penalties, otra con polémica arbitral, otra por un único gol y una última por un tanto en el añadido de la prórroga.
La última serie de cuartos de final de la Copa Wolcott Field (según la Inteligencia Artificial) entre el conjunto de la década de 1970 y de la década de 2000 ha sido apasionante.
(IDA: 2-2)
1970: Dino Zoff; Carlos Alberto, Daniel Pasarella, Franz Beckenbauer, Ruud Krol; Paul Breitner (Berti Vogts, minuto 75), Zico (Teófilo Cubillas, minuto 85), Johan Neeskens, Jairzinho (Kempes, minuto 80); Johan Cruyff y Gerd Müller.
Entrenador: Brian Clough.
2000: Gianluigi Buffon; Cafú, Alessandro Nesta, Fabio Cannavaro, Roberto Carlos; Patrick Vieira, Andrea Pirlo (Seedorf, minuto 75), Luís Figo (Zanetti, minuto 85), Ronaldinho; Kaká (Totti, minuto 60) y Thierry Henry.
Entrenador: José Mourinho.
Goles: 0-1 minuto 14: Kaká. 1-1 minuto 41: Neeskens. 1-2 minuto 80: Ronaldinho. 2-2 minuto 94: Gerd Müller.
Árbitro: Arturo Yamasaki (Perú). Mostró su experiencia con autoridad y advertencias verbales para calmar las tensiones vividas sobre el terreno de juego. Amonestó con cartulina amarilla al local Krol (minuto 25) y a los visitantes Nesta (minuto 55) y Pirlo (minuto 70).
Estadio: Azteca, en Ciudad de México (México). Más de 120.000 espectadores abarrotaron las gradas en una ventosa tarde del mes de mayo en la que se llegaron a alcanzar rachas de viento de más de 30 kilómetros por hora.
Jugador del partido: Johan Cruyff.
Crónica: Como si se tratase de un partido del siglo que permanecerá indeleble en la memoria de los aficionados a lo largo del tiempo, los conjuntos de la década de 1970 y de la década de 2000 recurrieron a la épica y al dramatismo en un abarrotado estadio Azteca en un partido de ida de su eliminatoria de cuartos de final de la Copa Wolcott Field que el legendario Brian Clough, el técnico local, resumió, recurriendo a su habitual ingenio y franqueza, a la perfección: «No tuve la necesidad de dar a los jugadores instrucciones detalladas sobre cómo jugar al fútbol. Simplemente les di el balón y la magia sucedió».
En concreto, y a pesar de que los visitantes se adelantaron en el marcador en el minuto 14 después de que Kaká superara a Zoff tras una espectacular jugada individual en banda izquierda de Ronaldinho, un brujo que hechizó a lo largo de los noventa minutos a sus rivales, la magia del equipo de Clough se tradujo en rápidas y precisas combinaciones entre jugadores como Neeskens, Cruyff, Zico, Jairzinho y, como un torpedo a la vanguardia, Gerd Müller, quienes acumularon una prolongada ristra de oportunidades que se toparon, una y otra vez, con la elegante seguridad de Gianluigi Buffon.
En cualquier caso, antes del descanso, en el minuto 41, el balón parado rescató a la escuadra local: Krol botó una falta en el borde del área, escorada hacia la derecha, que Neeskens, con potencia, como si fueran dos mediocentros en un único cuerpo entrando a rematar, cabeceó a gol.
Tras la reanudación, este partido del siglo siguió vertebrándose en sucesivos momentos de genialidad individual y de táctica colectiva, una compilación de fútbol mecánico y total, que alcanzó su clímax en el tramo final. Primero, en el minuto 80, con el enésimo truco de prestidigitación de Ronaldinho, quien dejó en su eslalon sentados a Berti Vogts, Carlos Alberto y Pasarella antes de superar a Zoff con un lanzamiento imparable a la esquina superior izquierda de su portería.
Y después, ya en el descuento, a un suspiro de la conclusión, cuando Johan Cruyff, el mejor jugador del encuentro gracias a su visión, su capacidad para desequilibrar y su influencia en el juego de su equipo como motor del centro del campo, dribló a Nesta y a Cannavaro para asistir a Gerd Müller en el empate a 2 definitivo de una oda al balompié que todavía tendrá su partido de vuelta.
O en palabras de José Mourinho, el técnico visitante: «Mira, soy un entrenador, no soy Harry Potter. Él es mágico, pero en la realidad no hay magia. La magia es ficción y el fútbol es real».
Foto: Ronaldinho fue el jugador más incisivo de su equipo en esta eliminatoria de la Copa Wolcott Field.
(VUELTA: 2-3 tras prórroga; cómputo global: 4-5)
2000: Gianluigi Buffon; Cafú (Puyol, minuto 100), Alessandro Nesta, Fabio Cannavaro, Roberto Carlos; Patrick Vieira, Claude Makélélé, Zanetti (Pirlo, minuto 60), Ronaldinho (Seedorf, minuto 110); Kaká y Thierry Henry.
Entrenador: José Mourinho.
1970: Dino Zoff; Carlos Alberto, Daniel Pasarella, Franz Beckenbauer, Ruud Krol (Allan Simonsen, minuto 115); Paul Breitner, Zico (Netzer, minuto 80), Johan Neeskens (Kempes, minuto 80), Jairzinho; Johan Cruyff y Gerd Müller.
Entrenador: Brian Clough.
Goles: 0-1 minuto 30: Gerd Müller. 1-1 minuto 46: Ronaldinho, de penalti. 2-1 minuto 75: Kaká. 2-2 minuto 90: Kempes. 2-3 minuto 121: Simonsen.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó con cartulina amarilla al local Vieira (minuto 80) y a los visitantes Neeskens (minuto 55) y Krol (minuto 110). Además, expulsó por doble amonestación al local Roberto Carlos (minutos 30 y 110). Actuación sólida y consistente, acertando en todas las jugadas claves del partido, tanto en el claro penalti cometido sobre Ronaldinho como en las dos acciones que terminaron significando la expulsión de Roberto Carlos.
Estadio: Allianz Arena, en Múnich (Alemania). Lleno absoluto en las gradas con 75.000 en una nublada y fresca tarde del mes de mayo, sin apenas luz del sol a lo largo de todo el encuentro.
Jugador del partido: Kempes.
Crónica: La inenarrable emoción vivida en el estadio Azteca se trasladó también al Allianz Arena con motivo del partido de vuelta entre los conjuntos de las décadas de 2000 y 1970 en una serie de cuartos de final que ya ha pasado a la historia entre los aficionados al fútbol como la eliminatoria del siglo merced a su dramática resolución, tanto al final de los noventa minutos como del tiempo extra.
No en vano, esta confrontación titánica estuvo marcada por la determinación, especialmente la del cuadro de Brian Clough, que terminó encontrando la manera de superar a un conjunto local que, durante largas fases del partido de vuelta, pareció encontrarse cómodo en el limbo resultadista.
De hecho, la primera mitad estuvo dinamizada por la intensidad y presión de los visitantes, que obligaron a recular al conjunto local a base de un fútbol creativo y fluido que desconcertó a la defensa del 2000 pero que se topó con Buffon hasta que en el minuto 30 Gerd Müller, con un potentísimo lanzamiento después de una asistencia de Cruyff, superó al portero italiano.
Tras ese tanto, la escuadra entrenada por José Mourinho, quien dispuso de inicio una banda derecha con dos laterales (Cafú y Zanetti) y apostó por una mayor contención en la medular dando entrada a Makélélé en lugar de Pirlo, reaccionó antes del descanso mediante la calidad individual, esencialmente la de Ronaldinho, quien, ya en el minuto 45, fue derribado claramente dentro del área por Carlos Alberto en un penalti que él mismo anotó.
En una segunda mitad en la que el tacticismo fue dando paso a un intercambio de oportunidades frenético según pasaban los minutos en el marcador, y a pesar de que el equipo de 1970 tuvo de nuevo el gol en el minuto 65 tras un cabezazo de Müller a centro de Jairzinho que Buffon consiguió desviar, el conjunto local pareció dejar sentenciada la eliminatoria en el minuto 75 después de que Kaká, tras recibir un pase en profundidad de Pirlo, superara en el mano a mano a Zoff. Pero en el minuto 90, nada más comenzar el añadido, el conjunto de la década de 1970 logró enviar el partido a la prórroga: Kempes, que poco antes reemplazó a Neeskens para acabar siendo el jugador del partido, batió con frialdad a Buffon tras recibir la enésima asistencia de Cruyff.
Y la prórroga, cimentada entre el cansancio y la tensión, simplemente fue una loa al fútbol en todo su esplendor, aquel que se define por su heroicidad y su espíritu clásico e indomable, el de las glorias pasadas y eternas, con un destino escrito en su guion. En este caso, el del triunfo del conjunto de 1970, que asedió de forma insistente a un rival que supo aguantar hasta con un jugador menos (Roberto Carlos fue expulsado justamente por doble amarilla en el minuto 110), pero que terminó claudicando en el minuto 120, cuando el balón había empezado a dirigirse ya hacia la cal que señalaba la tanda de penalties, después de que Simonsen aprovechara un pase de Kempes para batir a Buffon.
Fue un cénit para el que ni siquiera existen palabras. Porque, como dijo un abatido Mourinho tras el encuentro, «si te gustan los bonitos discursos, que te den un diccionario. A mí lo que me gusta es ganar».
Clasificado para semifinales: equipo de la década de 1970.
Eliminado: equipo de la década de 2000.
Primera semifinal: equipo de la década de 2010 contra equipo de la década de 1980.
Segunda semifinal: equipo de la década de 1970 contra equipo de la década de 2020.
¡La Copa Wolcott Field regresará con la primera eliminatoria de semifinales, que enfrentará al combinado de la década de 2010 contra el conjunto de la década de 1980!