I. A principio de la década de los cincuenta, Haskell Cohen, director de Relaciones Públicas de la NBA, pensó que la celebración de un partido entre los mejores jugadores de la competición aumentaría el interés del público en esa liga de reciente creación. Maurice Podoloff, primer presidente de la NBA, no pareció especialmente convencido. Por el contrario, Walter A. Brown, dueño de los Boston Celtics, se mostró tan excitado con la idea que ofreció el Boston Garden como sede del encuentro e, incluso, decidió que cubriría con su dinero cualquier supuesta pérdida económica que el evento pudiera provocar a la National Basketball Association.
Recuerdo haber visto el partido de homenaje a Ted Williams, en que selló un pacto de amor eterno con la afición de Red Sox quitándose por fin la gorra para agradecer la atronadora ovación que estaba recibiendo. Del béisbol siempre me has fascinado esos grandes héroes para sus aficiones que hacen carreras maravillosas en equipos perdedores, mientras los de postín darían cualquier cosa por tenerlos en sus Rosters. De estos recuerdo especialmente a Tony Gwinn parado en el plato, haciendo fouls hasta que el lanzador se aburriera y le lanzara una pelota buena, o reconociera su derrota concediéndole por fin la base por bolas. También recuerdo otros bateadores exquisitos como Mark Grace, en Cubs; Edgar Martínez, en Mariners o el indestructible Carl Ripken Jr. Y su swing bajo a perfil cambiado, que luego veríamos en Jeter; de los bateadores de poder duraderos recuerdo a Frank Thomas o el también incombustible Jim Thome, de entre esos profesionales como la copa de un pino que diría Pepe brasin, que nos han hecho amar este deporte.
Por si queréis algo más sobre los Red Sox y el racismo
https://www.ivoox.com/equipo-mas-racista-america-audios-mp3_rf_25697885_1.html
Muchísimas gracias por la recomendación, José
Recuerdo haber visto el partido de homenaje a Ted Williams, en que selló un pacto de amor eterno con la afición de Red Sox quitándose por fin la gorra para agradecer la atronadora ovación que estaba recibiendo. Del béisbol siempre me has fascinado esos grandes héroes para sus aficiones que hacen carreras maravillosas en equipos perdedores, mientras los de postín darían cualquier cosa por tenerlos en sus Rosters. De estos recuerdo especialmente a Tony Gwinn parado en el plato, haciendo fouls hasta que el lanzador se aburriera y le lanzara una pelota buena, o reconociera su derrota concediéndole por fin la base por bolas. También recuerdo otros bateadores exquisitos como Mark Grace, en Cubs; Edgar Martínez, en Mariners o el indestructible Carl Ripken Jr. Y su swing bajo a perfil cambiado, que luego veríamos en Jeter; de los bateadores de poder duraderos recuerdo a Frank Thomas o el también incombustible Jim Thome, de entre esos profesionales como la copa de un pino que diría Pepe brasin, que nos han hecho amar este deporte.
Qué comentario más bonito, Juan de Dios!!