En una ocasión, los New England Patriots ganaron un partido engordando a las animadoras del equipo contrario y anotando el touchdown del triunfo con un pase que recibió su mascota. En verdad, eso ocurrió, como siempre, en Los Simpsons, pero lo realmente importante es que a ninguno de nosotros nos sorprendería que hubiera sucedido en la realidad.
La vida es compleja y, por eso, se entienden mejor los mensajes simples. Se llama populismo. Todo es más sencillo de explicar cuando tienes a alguien a quien culpar, a alguien a quien odiar. Al brócoli que aparece en la carta del menú entre el entrecot y el solomillo. A esos seres humanos estúpidos y despreciables que no recogen las mierdas que sus perros cagan sobre las aceras. A Bill Belichick en la banda, con su enigmática media sonrisa y sabiendo que llegará un momento del partido en el que engordará a las animadoras del equipo contrario y su mascota recibirá un pase de Tom Brady para ganar otra Super Bowl.
Todo gran equipo merece, por supuesto, que le llegue su gran derrota y la gran derrota de los New England Patriots llegó definitivamente ayer.
Adiós y honor, Bill Belichick. Hola y ánimo, New England Patriots. Ahora ya sois un equipo cualquiera. Bienvenidos a nuestro mundo, el mundo de los demás, el mundo de la vulgaridad.
Soy Sergio Alberruche. Esto es Wolcott Field. Miren siempre el lado brillante de la vida.
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