I. En Christiansted, la pequeña ciudad de la isla de Saint Croix, en el archipiélago de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, en pleno mar del Caribe, todos sabían que Timmy, el hijo de William y de Ione, el hermano de Cheryl y de Tricia, tenía un sueño: ser nadador olímpico en los Juegos de Barcelona 1992. La culpa, precisamente, era de Tricia, que había participado en los Juegos de Seúl 1988 y que había inoculado a su hermano pequeño el amor por la natación. Su madre Ione supervisaba personalmente la evolución en la piscina de aquel muchacho de 13 años, alto, liviano, de grandes pies y manos enormes, que paraba el cronómetro antes que nadie en los 50 metros libres, en los 100 metros libres, en los 200 metros libres y sobre todo en los 400 metros libres, su prueba preferida.
Hugo
Hugo
Hugo
I. En Christiansted, la pequeña ciudad de la isla de Saint Croix, en el archipiélago de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, en pleno mar del Caribe, todos sabían que Timmy, el hijo de William y de Ione, el hermano de Cheryl y de Tricia, tenía un sueño: ser nadador olímpico en los Juegos de Barcelona 1992. La culpa, precisamente, era de Tricia, que había participado en los Juegos de Seúl 1988 y que había inoculado a su hermano pequeño el amor por la natación. Su madre Ione supervisaba personalmente la evolución en la piscina de aquel muchacho de 13 años, alto, liviano, de grandes pies y manos enormes, que paraba el cronómetro antes que nadie en los 50 metros libres, en los 100 metros libres, en los 200 metros libres y sobre todo en los 400 metros libres, su prueba preferida.